Después que los Estados Unidos de América se establece como una nación Independiente, quedaban muchos problemas por resolver. Por un lado estaban los conflictos internos, sobre todo con las tribus de nativos americanos y por el otro lado estaban los conflictos externos, con Inglaterra que aún mantenía una gran cantidad de tropas en territorio norteamericanos.

El conflicto sobre la esclavitud también comenzaba a tomar forma. Los estados del norte, donde la esclavitud comenzaba a ser abolida, querían mantener control en el Congreso, mientras que los estados del sur que dependía enteramente de la mano de obra esclava, temía que si perdía el control del Congreso, eventualmente perdería también el derecho a permitir el comercio y uso de esclavos. Eventualmente este conflicto interno termina con la Guerra Civil que dividió el país en dos.